Fluxus

- Fluxus surge entre 1961 y 1962 impulsado por el artista estadounidense George Maciunas quien propone el nombre (fluxus: fluyente, en movimiento) y organiza las primeras presentaciones.
- Se define como una expresión anti-artística que encuentra su impulso en una actitud espiritual en contraposición a la actitud mercantil que se encontraba en expansión.
- Es adoptado espontáneamente en distintos países de América y Europa. A diferencia de los movimientos de la época, carece de un manifiesto.
- Busca romper el molde, oponerse al centro y mantenerse por fuera de aquello establecido institucional y socialmente como "arte". Cuestiona la función y el rol que toma en la cultura de aquel entonces: un espacio elitista que ocupan aquelles que cuentan con las virtudes profesionalizantes que les habilitan a ejercerlo.
- Fluxus quiere resolver la dicotomía entre arte y vida, desbordar los límites del arte, para unirlo a la vida, sin barreras ni condiciones estipuladas.
- Entre sus lenguajes se encuentran las artes visuales, la música, la danza y la literatura, incluyendo el humor y el juego en sus expresiones, como factores innovadores y disruptivos.

¿QUÉ LE PROPONE FLUXUS AL ARTE?

¿QUÉ NOS PROPONE COMO EXPECTADORES?

- A través del humor y el juego, Fluxus propone un público autosuficiente entendiendo que el arte, no le pertenece al artista (tal como promovía el mercado del arte). Lo incorpora asignándole un espacio abierto y un rol activo dentro de la experiencia, brindándole diversión y entretenimiento. Busca la complicidad, la risa y el asombro. De esta manera, rompe con el lugar fijo y serio que se le otorgaba en ese momento al público entendido como mero receptor-consumidor.

¿QUÉ NOS PROPONE COMO ARTISTAS?

- Fluxus busca cuestionar y resignificar nuestro rol como gestores culturales.
- Propone que el/la artista no es imprescindible. En aquel entonces la técnica y la participación en determinadas instituciones resultaba condición indispensable para convertirse en artista, tornándose un lugar inalcanzable y privilegiado reservado para un sector reducido. Con esta actitud se pretendía otorgarle prestigio y valor al artista en el mercado del arte.
- Sustentando esta premisa, incorpora al azar como parte de la composición de una expresión artística, comprobando que cualquiera es capaz de abordarla.
- Si ocupar un lugar como artistas es poco accesible entonces el resultado productivo resultará ajeno o más lejano para el público que pueda ser interpelado. El objetivo es crear valores artísticos comprensibles, cercanos. Tal como menciona Huyssen, Fluxus tiene la voluntad de crear un puente entre el arte y la vida.

La paradoja es parte constitutiva de Fluxus. Este movimiento se define como antinómico, generando así, en palabras de Huyssen, una "estética de la negación", al mismo tiempo que genera una "estética afirmativa". Se opone a todo lo que "es" arte proponiendo una alternativa que busca ser una versión mejorada. Podríamos decir que, de alguna manera, pretende ser "la vanguardia de la vanguardia", "la vanguardia del anti-arte", ya que da por sentado que las de aquel entonces se tornan conservadoras y, por lo tanto, obsoletas, "la tradición de lo nuevo". En este sentido, adhiere de alguna manera al funcionamiento del circuito artístico que tanto critica. Se anticipa popularizando expresiones tales como el videoarte y la performance que, con el tiempo, son absorbidas por distintos estratos del mundo artístico volviéndose tradicionales e ingresan al mercado del arte.

La artista hace uso de un espejo y del video para investigar su propio cuerpo y su propia imagen. Una cámara, colocada directamente frente a ella, detrás del espejo y el monitor, está filmando sus movimientos y transmite el registro directamente al monitor. La obra depende pura y exclusivamente del registro de la acción, de esta manera, se encuentra entre las primeras experiencias artísticas en suceder en este formato.

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Encuentro a Fluxus, una suerte de remedio ante una crisis artísitca y espiritual que sufre Alemania luego el régimen nazi (1933 - 1945). A mediados de los '50 comenzaron a difundirse las filmaciones de los campos de concentración, lo que causó una gran paralización en el imaginario artístico. Más allá de la recuperación de las obras incluidas en «El Arte Degenerado» (1937), el régimen nazi destruyó la libertad de consumo de las producciones culturales, dejando un manto de incertidumbre e inseguridad. La música, resultó ser un campo que logró salvarse de esta manipulación, por lo tanto, resultó ser la puerta de entrada para los nuevos movimientos artísticos que tanta falta hacían en una sociedad herida que sufrió una gran violencia en el campo artístico. Fluxus es el primero que logra popularizarse a partir del lenguaje musical, fué capaz de descomprimir las dolencias causadas por un pasado oscuro que aún persiste en la memoria mundial como símbolo del horror. Llevó el juego y la diversión como bandera, promoviendo la creación colectiva y participativa, dejando de lado las jerarquías y la discriminación que tanto mal causaron en nuestra historia.

En el registro está incluido el público, este no es un dato menor, ya que resultó importante registrar su reacción. Las situaciones interpretadas por Fluxus, comprometen actitudes y elementos que se relacionan con la vida cotidiana, pero en un marco absurdo. De esta manera, se burlan de lo formal, lo rígido, lo incómodo. El público se muestra extrañado en un principio pero a medida que pasa el tiempo se relaja. El objetivo es sorprender y entretener al público. Podemos observar risas causadas por escenas divertidas tratadas con humor y simpatía.

Grabé aquellos sonidos que caracterizan el inicio de mis días: levantarme con alguna alarma, cepillarme los dientes, hacer un mate, darle de comer a Igor (mi gato) y acceder a alguna clase por videollamada. Esos eventos suelen repetirse en distintos momentos del día: tomo mucho mate, tengo (al menos) una videollamada y alguna tarea para resolver en la computadora. Por ese motivo, una vez que termina la secuencia que usualmente inicia mis días, la misma se repite a la inversa, aludiendo al orden variado pero repetitivo de estas actividades.